Diseño y Dinero

Hablar del valor monetario de las cosas es comúnmente una cuestión subjetiva, ya que cada quien dependiendo de múltiples circunstancias, dará a estas mayor o menor mérito. En este caso lo que nos concierne como estudiantes de Diseño, es justamente costear nuestro trabajo. De una u otra manera comenzar a definir ¿cuánto vale lo que hacemos?, y aún más específico y en lo personal, ¿cuánto vale lo que hago?

Responder a estas preguntas no es nada sencillo, pues hay que tomar en cuenta varios factores. Comenzando con mi nula experiencia en el campo laboral… Es una cuestión que automáticamente “devalúa” mi trabajo, al igual que para muchos otros egresados. Por otro lado (y de una manera más técnica) se debe tomar en cuenta la envergadura del proyecto, esto es: mayor dificultad, mejor pagado y viceversa, o al menos esa es la idea. Además, cabe resaltar que mucho influye para quién se trabaje, pues nunca será lo mismo hacerlo para una empresa grande y bien posicionada a alguna otra que no cuenta con las mismas condiciones, por obviedad las oportunidades que ofrecen y el pago nunca será el mismo.

Por otra parte, para costear mi trabajo debo también tomar en cuenta todo lo que “me costó” la carrera. Es bien sabido por todos que estudiar Diseño no es nada económico y es primordial en los primeros años como egresado (a) recuperar la inversión de todos los gastos que se hicieron a lo largo de cada semestre. En lo personal, aunque no sé de qué manera voy a lograr dicho objetivo, sí sé al menos que no me gustaría conseguirlo de freelance. Al contrario, me gustaría colaborar con un equipo de personas afines al Diseño en una agencia de publicidad, trabajar en una empresa o formar parte de alguna institución.

Tomando en cuenta el nivel de competencia, sé que debo contar con más y mejores herramientas con las que (al menos) la mayoría de mis compañeros de generación no cuenten. Prepararme cuanto antes para el campo laboral y comenzar a analizar mis opciones fuera de la escuela.

La carrera de Diseño y Comunicación Visual es relativamente nueva y por lo tanto en muchas empresas tienen contratadas a personas haciendo el trabajo de un Diseñador y comunicólogo visual, sin el suficiente conocimiento para ejercer dicho puesto. Es ahí cuando nos corresponde a nosotros saber vendernos, pues proponiendo soluciones y externando qué hacemos y porqué es necesaria nuestra labor en la empresa, sabrán el valor que tiene nuestro conocimiento y se interesarán en contar con un elemento diferente, innovador y sobre todo, funcional.

Por lo tanto, definir el precio o el valor de lo que hago en la actualidad quedaría en algo meramente hipotético, que con toda sinceridad por el momento no puedo responder, pero no por eso pierde importancia o lo dejo de lado. Al contrario, me interesa responder cuanto antes a las preguntas expuestas, ¿a dónde quiero llegar?, ¿cuánto quiero ganar?, ¿qué hacer una vez que termine la carrera?... Estableciendo así metas y objetivos concretos de qué estoy haciendo y para qué lo hago.